lunes, 21 de noviembre de 2011

Las reservas se evaporan


Había una vez un país del cual el sabio italiano Antonio Raimondi dijo:”El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”. En nuestros días “es un supuesto millonario sentado en un montón de papeles que valen cada vez menos”.

Desde el 14 de setiembre del 2008, con ocasión de la bancarrota del Banco Lheman brothers, se hizo evidente, a nivel mundial, que el sistema económico y su soporte monetario globales, habían entrado en una fase de total inestabilidad y en una crisis de confianza de los mercados.

Los bancos centrales y todos los que tenían papeles moneda de valor fiduciario, comenzaron a refugiarse en valores reales y se cambiaron principalmente al oro que previsiblemente incrementaría su cotización en relación a todas las monedas otrora “duras” emitidas por los principales países.

En nuestros días Europa tiene alrededor de 10 mil toneladas de oro y la reserva de los EEUU se encuentra en el orden de 8 mil toneladas; no digamos de la China que hace poco ha comprado US$ 200 mil millones de oro en metálico y recomienda a su pueblo ahorrar en oro, gramo a gramo. En el Japón el metal precioso se vende a través de cajeros electrónicos.

Corea del Sur ha comprado hace más de un mes 25 toneladas. En América del Sur, Venezuela ha convertido más del 63% de su reserva en este metal y ha nacionalizado sus minas de oro.

De todo esto podemos deducir y afirmar sin ningún riesgo de equivocarse dos cosas: una, que en general los inversores y países se han protegido frente a la crisis adquiriendo oro; segundo, que el precio de ese metal se ha incrementado sin pausa, en proporciones que tienden a ser geométricas antes que aritmética. El precio se ha quintuplicado y más.

En la Biblia, se cuenta la parábola de los talentos según la cual tres siervos recibieron a cuidar parte del dinero de su señor mientras éste estaba de viaje. Al regreso del amo dos de ellos había duplicado los talentos recibidos por efecto del trabajo que habían hecho con el dinero puesto en sus manos, mientras el tercero había enterrado el dinero por miedo al enojo del patrón.

Es decir creyó que su misión era conservar el valor, en una variante antigua de la flotación sucia de Velarde. Y lo que hizo el amo fue expulsarlo de la casa gritándole inútil y perezoso.

Pero aquí al que se guarda los dólares que valen cada vez menos y le compra a las empresas que quieren deshacerse de ellos a un preció artificialmente alto, lo ratifican en el cargo.

MAQUINITA MADE IN USA
Bush, para salvar a sus bancos, aseguradoras y empresas que entraron en quiebra técnica en el 2008, imprimió dos veces más de US$800 mil millones. Obama ya va por otras dos duplicaciones lo que significa dieciséis veces el monto original. Europa y EEUU fabrican billetes sin relación con el crecimiento de la riqueza real y el trabajo.

EEUU tiene un techo de su deuda en US$ dieciséis trillones, que no se sabe cuándo va a pagar y Europa tiene un problema múltiple, por un valor aproximado a dos trillones de euros.

El año pasado Europa dio un maquinazo de aproximadamente 700 mil millones de euros para ganar tiempo. La pregunta del trillón es ¿cuánto oro tenemos?, ¿estamos como el siervo que enterró sus diez talentos bajo tierra?

PERDEMOS
En nuestro caso las reservas deberían haberse quintuplicado si hubieran seguido paralela al oro los últimos años. Pero en realidad hemos perdido valor de manera constante.

Y esa es la política monetaria que se considera exitosa: hablar de muchos miles de millones en reservas que valen cada vez menos y exportar todo el oro que se pueda para que unas cuantas transnacionales se enriquezcan a costa nuestra.


Guillermo Vásquez Vega

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