domingo, 23 de octubre de 2011

Lineamientos de construcción de la Juventud Comunista del Perú

“Tenemos confianza en la juventud, en su entusiasmo, en su compromiso con el cambio revolucionario de la sociedad. La queremos alegre y a la vez madura para asumir los retos del presente y las exigencias de mañana. Que no sea el deslumbramiento de un día, sino un compromiso para toda la vida.”.
Mensaje del Comité Central del Partido Comunista del Perú – Patria Roja,
con ocasión del 76 Aniversario de su Fundación.

Refundación: Continuidad y Ruptura. 

El 4 de marzo de 1930 se funda la Juventud Comunista. En términos generales, su historia sigue el curso pendular de la historia inicial del P. luego de la temprana muerte de Mariátegui: sectaria, “izquierdista”, dogmática, alejada de las masas, primero y oportunista, derechista, al extremo de subordinar los intereses populares a los de la burguesía, después.
Desde los años cincuenta el trabajo juvenil se concentra en el movimiento estudiantil poniéndose como objetivo la derrota política e ideológica del aprismo en las aulas universitarias. Con este fin se constituye el Frente Estudiantil Reformista (Arequipa, 1955) que además de los jóvenes comunistas agrupaba a militantes de la Democracia Cristiana, Acción Popular, APRA Rebelde, entre otros. Bajo la influencia de las victoriosas revoluciones china y cubana, así como el fracaso de la agresión imperialista a Vietnam, la Juventud Comunista se consolida convirtiéndose en la primera fuerza política del movimiento universitario; el FER era ya el Frente Estudiantil Revolucionario.
A mediados de los sesenta, el Partido procesa su primera gran división: la ruptura con el revisionismo, aprobada y coronada en la IV y V Conferencias Nacionales. Pero, la separación de la dirección revisionista del Partido no alejó de la conducción a las posiciones “izquierdistas” y dogmáticas, frente a las cuales emergieron nuevamente los sectores sanos, destacando entre ellos los militantes de la Juventud Comunista.

Esta disputa llega a su fin cuando en agosto de 1968 se constituye la Comisión Nacional de Reorganización del Partido que se encarga de convocar a la VI Conferencia Nacional (1969) que acuerda retomar el nombre de Partido Comunista del Perú, denominar a su órgano central de difusión “Patria Roja” y disolver la Juventud Comunista, dedicando todo el esfuerzo juvenil a reconstruir el Partido.
El vacío dejado por la Juventud Comunista es cubierto por el FER que en la década del setenta logra resonantes triunfos en las principales federaciones y también recupera la gloriosa Federación de Estudiantes del Perú (FEP).
El costo de la disolución de la Juventud Comunista es la pérdida del carácter de frente amplio del FER y su conversión en “correa de transmisión” del Partido.
En los ochenta y como respuesta a la ley Alayza-Sanchez (Ley Universitaria, 23733) los estudiantes se movilizan activamente dentro y fuera de sus universidades. El FER, dirigido por el Partido, vuelve a jugar un papel importantísimo; empero, afectado por la crisis del movimiento estudiantil que arranca en el segundo lustro de los ochenta, ingresa a una larga etapa de languidecimiento que termina por hacerlo desaparecer.
El V y VI congresos del Partido (1984 y 1994, respectivamente) mencionan la necesidad de reconstruir la Juventud Comunista y es a partir del V Pleno del VI Congreso con la aprobación de los “Lineamientos para el Trabajo con la Juventud” que se da un paso firme hacia delante con el impulso de una organización juvenil amplia que sea la primera etapa en la forja de la JotaCé: Juventud Popular (JP). JP destacó notablemente en la lucha popular contra la dictadura fujimontesinista, formando parte del liderazgo colectivo juvenil en el que también sobresalió la FEP, organización gremial con importante presencia partidista.
En el año 2000, fecha en la que se realiza el VII Congreso del Partido, se inicia la etapa de refundación de la JotaCé, generándose las condiciones que permiten conformar la Comisión Nacional Transitoria (2002) encargada de organizar el Primer Congreso Nacional de la Juventud Comunista del Perú. Simultáneamente, y considerando el escenario postdictadura que exigía de los grupos juveniles una mayor definición política, los jóvenes comunistas en JP desarrollan los mayores esfuerzos para incorporar a sus militantes en el Movimiento Nueva Izquierda (MNI), proceso que concluye tanto en el II Congreso Nacional de JP (2003) como en el II Congreso Nacional del MNI (2004). La historia, entonces, no es corta, y tampoco comienza hoy; de ella recogeremos lo mejor afirmando la continuidad y, separando la paja del grano, marcaremos ruptura con todo aquello que le hizo y le hace daño al proyecto revolucionario.


Marxismo y Juventud.

El marxismo-leninismo considera al movimiento juvenil de vanguardia como parte integrante del proceso revolucionario, por tal motivo se propone influenciar en los jóvenes con la finalidad de que éstos asuman la ideología del proletariado. Para su adecuada educación política e ideológica los jóvenes deben participar en las luchas libradas por los trabajadores y el pueblo, integrarse permanentemente a las actividades de las masas.


Partido y Juventud Comunista.

Las tareas de la Juventud Comunista se desarrollan bajo la conducción del Partido, el mismo que considera a la organización comunista de la juventud como su colaborador más cercano, la continuidad de su causa y la reserva para la transformación estructural de la sociedad. Entre Partido y JotaCé existe una relación de fuerza principal a fuerza auxiliar o de dirigente a dirigido, sin que el primero sustituya a la segunda o ésta pretenda autonomizarse. La JotaCé asume la ideología, el programa, la estrategia y la táctica, así como las políticas generales del Partido expresadas concretamente en las directivas y resoluciones correspondientes.

La JotaCé existe para llevar a los jóvenes -creativamente y de acuerdo a sus particularidades- las orientaciones del Partido. La JotaCé posee, sin embargo, autonomía organizativa, entendida como una estructura propia que servirá a la concreción de los objetivos señalados por el Partido. En otras palabras, la Juventud Comunista no forma parte de la estructura del Partido, pero sí está integrada al sistema organizativo de éste. La militancia en la Juventud Comunista es considerada premilitancia en el Partido.


Jóvenes: protagonistas de la lucha por una Patria mejor.

La historia del Perú está impregnada de hechos heroicos realizados por jóvenes dispuestos a construir un país mejor.
Desde los tiempos de la invasión española hasta el presente, la juventud ha entregado su mejor esfuerzo llegando incluso al sacrificio. Miles de niños, adolescentes y jóvenes formaron parte de las tropas que expulsaron al ejército realista de nuestra región; miles fueron también quienes sin pasar los veinticinco años ofrendaron sus vidas en la guerra de 1879 y muchos los que combatieron en los conflictos externos del siglo XX. Los contingentes juveniles han sabido también jugar roles destacados al interior del movimiento social y popular. La lucha por la Jornada de las Ocho Horas, la Primera Reforma Universitaria, las gestas antidictaduras, contra el centralismo y otras hermosas páginas de nuestra vida republicana han tenido en los jóvenes a protagonistas destacadísimos que aportaron energía y combatividad. Son figuras emblemáticas para nosotros Juan Santos Atahualpa, Mariano Melgar, Micaela Bastidas, Leoncio Prado, Javier Heraud, entre otros. Hoy mismo, aunque mediatizados por la influencia neoliberal, importantes sectores juveniles tienen la determinación de fusionarse al pueblo y convertirse en parte del contingente transformador que edificará la alternativa socialista.


De la Cantidad a la Conciencia.

En la actualidad los jóvenes representan un tercio de la población nacional. Esta sola razón es suficiente para considerarlos importantes en el impulso del proceso revolucionario. Además, no pocos se acercan a la rebeldía frente a un sistema que no resuelve siquiera sus más elementales demandas. Empero, este rechazo al orden injusto requiere convertirse en conciencia de clase, en identificación con los oprimidos, explotados y dominados, en organización política que le de continuidad y proyección estratégica a las exigencias juveniles.

La organización política que corresponde a los jóvenes que aspiran a cambiar radicalmente la injusta sociedad capitalista se ubica en el espacio del socialismo y del comunismo, únicas salidas a la barbarie que sufre la humanidad.


Siempre Jóvenes.

“La insistencia que continuamente les he hecho, es para que no dejen de ser jóvenes (...)”, decía el Che y no puede ser de otra manera. Se trata de construir una organización de jóvenes comunistas que afirmen su esencia revolucionaria y no renuncien a sus características como jóvenes. Que mantenga la alegría, el dinamismo, el entusiasmo, la espontaneidad, desmarcándose permanentemente de los “viejos prematuros” a los cuales se refería Benedetti. Si queremos incorporar a miles no podemos abandonar aquello que caracteriza a la juventud promedio, sino más bien sumarle a la energía juvenil la concepción científica del mundo y la imprescindible necesidad de su transformación.


Organización Ágil, Dinámica.

La actual realidad peruana, la nueva escena contemporánea y, sobretodo la cambiante situación juvenil reclaman contar con una estructura organizativa dinámica, capaz de canalizar con rapidez las mejores decisiones políticas y los mayores ímpetus juveniles.
No podemos alentar la formación de un aparato orgánico lento y pesado que termine por hacer improductivas las acciones que se deciden realizar o entraben la materialización del acuerdo tomado. Recordemos que la velocidad de nuestros actos políticos debe tratar de ser proporcional a la velocidad de respuesta que requieren los acontecimientos.


Los Círculos.

El círculo es el núcleo de militancia obligatoria para los jóvenes comunistas y el espacio de formación ideológica, política y cultural por excelencia, entendiendo que los revolucionarios se forman en la teoría y en la práctica al interior de la organización revolucionaria y no fuera de ella. El círculo de la JotaCé existe para desarrollar el trabajo en el seno del sector de masas en el que se desenvuelve y no solamente para cumplir con la formalidad.
El rol de vanguardia que la JotaCé tiene que ganarse en el movimiento juvenil nacional comienza con el papel dirigente del círculo en la zona o sector que le toca desenvolverse. El círculo es el nivel organizativo básico en la estructura de la JotaCé. Sobre él se levanta prácticamente toda nuestra organización de forma que su fortaleza o debilidad determinan la fuerza o endeblez del conjunto. Podrán existir Círculos Especiales que, por motivo de la función que realizan (profesionales, artistas, intelectuales, etc.) o el carácter estratégico de su labor, dependerán de los comités regionales y la Dirección Nacional.


Estructura Intermedia.

Entre los círculos y la Dirección Nacional existe una estructura intermedia formada por los Comités Locales, los Comités Zonales y los Comités Regionales. Estas instancias se encuentran bajo la dirección política e ideológica de las correspondientes estructuras del Partido, recibiendo de ellas las orientaciones generales constantemente. Los comités intermedios de la JotaCé dirigen a los círculos, pero no los reemplazan, coadyuvan a que la Dirección Nacional haga más eficiente su conducción.


Redes

Evidentemente por motivos económicos, laborales o de otra índole no todos los jóvenes revolucionarios se insertarán a los círculos. Muchos evitarán comprometerse orgánicamente, pero asumirán las decisiones y postulados de la JotaCé. A ellos es necesario organizarlos en redes de diversa naturaleza (cultural, deportiva, ecológica, entre otras) entendiendo sus particularidades. Los círculos y comités son los llamados a descubrir las maneras más creativas de contar con estos jóvenes, diferenciando claramente militantes de amigos y simpatizantes.


Sistema de Dirección Científico, Centralizado, Democrático y Colectivo.

Dirigir quiere decir administrar nuestras fuerzas correctamente para la consecución de los objetivos que perseguimos. Esto significa que para dirigir necesitamos conocer la situación íntegramente, elaborando las políticas que nos permitan prever y responder a los hechos convenientemente. De otro lado, la dirección que ejercemos los comunistas debe ser científica y formar parte de un sistema que es urgente construir. Un sistema integrado que no concentre el poder en la cúspide de la pirámide dirigencial, sino que lo distribuya adecuadamente entre los organismos de base e intermedios sin afectar la autoridad de los dirigentes nacionales; vale decir un sistema de dirección centralizado sobre una amplia base democrática. El sistema también debe reforzar las decisiones colectivas, recogiendo la opinión de más de uno, sin olvidar la responsabilidad individual.


El Congreso Nacional.

El Congreso Nacional es el evento más importante de todos los que realiza la JotaCé . Se desarrolla ordinariamente cada dos años y extraordinariamente cuando el Comité Nacional lo decida. Su carácter es resolutivo y sus decisiones son obligatorias para todo militante y organismo.


Órganos de Dirección Política.

El Comité Nacional es el órgano máximo de dirección de la JotaCé entre Congreso y Congreso y representa a la organización dentro y fuera del país. Sus integrantes son elegidos en el Congreso Nacional considerando su entrega, responsabilidad, tiempo de militancia, capacidad política y trabajo de masas. El número de miembros del Comité Nacional lo define el Congreso.
La Comisión Política es un órgano ejecutivo que se encarga de asegurar el cumplimiento de las resoluciones emanadas del Comité Nacional y ejerce funciones de dirección entre una y otra sesión plenaria de éste. Sus miembros son elegidos entre quienes forman parte del Comité Nacional. El Secretariado es un organismo de la Comisión Política que ejecuta las orientaciones y tareas de ésta y el Comité Nacional. Sus integrantes son elegidos entre quienes forman parte de la Comisión Política.


Nuestras Prioridades en esta Etapa.

Históricamente la militancia juvenil de Patria Roja ha provenido de los estudiantes, principalmente de los alumnos universitarios. Cometeríamos un error si abandonamos esta cantera tan importante, pero igual fallaríamos si nos quedáramos solamente en este sector.
Nuestra primera prioridad será el movimiento estudiantil en su conjunto que agrupa estudiantes universitarios, de institutos tecnológicos y pedagógicos, de educación secundaria y postulantes. Además, nos proyectaremos hacia la juventud concentrada en los barrios, muchas veces sin trabajo y fácil presa de la delincuencia y la drogadicción. También hacia los jóvenes obreros y trabajadores, incluyendo a los sobrexplotados que laboran bajo la modalidad de services. Finalmente, llegaremos a la juventud del campo, especialmente a los jóvenes ronderos con los cuales poseemos ya una vasta experiencia.


Leninistas de Verdad.

Los jóvenes comunistas adhieren firmemente a los principios leninistas de organización: conceptúan al centralismo democrático como norma fundamental que tiene dos componentes: el centralismo, que implica llevar a la práctica los acuerdos colectivamente asumidos y la democracia que permite la participación del militante en la toma de decisiones; practican libre y responsablemente la crítica y la autocrítica como método de solución de diferencias y contradicciones internas; ejercen la dirección colectiva y la responsabilidad individual; y, finalmente, ejercitan el estricto control de tareas asumidas y la rendición de cuentas como política permanente.
Cada uno de éstos principios se aplican y desarrollan creativamente trascendiendo la formalidad que convierte en letra muerta las normas y determinaciones.


¡A las Masas, a la Acción Política!

Los comunistas al margen de las masas y la lucha política no somos nada. El trabajo político en las masas es nuestra razón de ser. Existimos para incidir en la realidad convirtiendo al pueblo en sujeto transformador, en principal actor y posterior beneficiario de la revolución peruana. Sin masas organizadas es imposible el cambio de verdad desde la perspectiva comunista y por eso los círculos y comités de la JotaCé aplicarán una permanente Línea de Masas, evitando el abstencionismo y el aislamiento en el que el enemigo de clase nos intenta confinar. Asumimos íntegramente la consigna ¡A las bases, a las masas, a la acción política!


Trabajo Abierto y Trabajo Cerrado.

Si nuestra razón de ser es la lucha política y de masas, no podemos circunscribirnos al trabajo cerrado, ni considerarnos una organización totalmente clandestina.
El trabajo abierto es fundamental para hacer llegar el mensaje comunista a los jóvenes del país y a partir de su recepción avanzar hacia su incorporación.
Esto no puede hacernos olvidar que somos la juventud del Partido Comunista del Perú, Patria Roja, el destacamento de vanguardia de la clase obrera que lucha por materializar la revolución y el socialismo; que no estamos integrados al sistema imperante y, por el contrario, aspiramos a modificarlo radicalmente. Tampoco soslayar que las clases dominantes ven en nosotros un peligro del que pretenden librarse a través de medios legales e ilegales.
Por este motivo las energías que desplegamos deben tener siempre presente nuestro carácter conspirativo y la necesidad de preservar nuestra estructura, sin llegar al extremo de convertir en principio el trabajo cerrado.


JotaCé: Espacio de Desarrollo Individual y Colectivo

La JotaCé será en un espacio de organización atractivo para los jóvenes empeñados en lograr la profunda transformación que la patria requiere.
La militancia debe ser para los jóvenes comunistas una satisfacción y no un lastre que les impida avanzar. Mediante ella se trata de realizarse individualmente en función de los intereses colectivos y por eso se alentará las potencialidades creativas, las aspiraciones intelectuales, profesionales, las capacidades artísticas, deportivas que ayuden a formar seres humanos integrales, optimistas del presente y del futuro socialista.


Juventud de Nuevo Tipo.

Una nueva sociedad demanda un nuevo tipo de juventud política alejada de males como el burocratismo, el sectarismo, el espontaneísmo, el empirismo, el caudillismo, el grupismo, el subjetivismo, el vanguardismo o la fraseología revolucionaria, todas concepciones y prácticas incorrectas que perjudican la dinámica interna y erosionan el vínculo con el pueblo.
Los militantes de la Juventud Comunista si pretenden convertirse en auténtica vanguardia están obligados a rectificar los problemas mencionados y otros que se presenten en el camino, fomentando constantemente la relación con las masas, la dirección política al movimiento espontáneo y no la subordinación a él, el estudio incesante y multidimensional, la identificación con el proyecto y no con el grupo de amigos o las personas, la argumentación contundente y propositiva y no la palabrería radicaloide y hueca, la solidaridad y la fraternidad.


Crecimiento Ordenado, Permanente y PRM.

La persuasión y posterior incorporación de jóvenes a la JotaCé, es una tarea permanente de los círculos y comités. Sin embargo, cada cierto tiempo realizaremos de manera planificada campañas regionales y nacionales que fijen metas, instrumentos y características de crecimiento. Por supuesto que implementaremos mecanismos inteligentes de selección que impidan la infiltración tanto del aparato represivo del Estado como de sujetos que ejerzan el entrismo. La JotaCé aspira a convertirse en una organización juvenil revolucionaria de masas como parte del empeño desplegado por el Partido para convertirse en un auténtico Partido Revolucionario de Masas.


Construir Movimiento Juvenil Democrático y Progresista.

Una corriente política que vaya más allá de los comunistas en el movimiento juvenil es necesaria. Restringirnos a consolidar solamente nuestra estructura sería negar que “los comunistas somos una gota en el mar”, como diría Lenin. El socialismo y el comunismo requieren para su concreción un mar tempestuoso en el que millones de hombres y mujeres concurran, destacando entre el conjunto una gruesa franja de jóvenes democráticos, patrióticos y progresistas. Una parte de estos jóvenes militan en el MNI, pero también existen muchos otros a los que podemos integrar en el impulso de construir una corriente política juvenil amplia con las características mencionadas.


Formación: “Todo lo Humano nos Pertenece”

La formación ideológica y política es indispensable para los revolucionarios. Una sólida preparación teórica nos permitirá salir airosos de la lucha política y de ideas en curso, así como consolidar la hegemonía que hemos ganado en algunos sectores.
La educación comunista que recibimos en los círculos, escuelas y aquella que surge de la autocultivación sirve para todas las esferas de la vida y, por lo tanto, tendrá un carácter integral y universal. Merecen muchísima atención los contenidos que abordemos en las sesiones de estudio concentrando el interés en las obras de los clásicos, en el pensamiento de Mariátegui, sin obviar los aportes intelectuales de otros autores también marxistas o dejar de lado asuntos de la realidad latinoamericana, nacional y local, particularmente la realidad juvenil.
El método que usemos en la formación debe servir para motivar y no para aburrir, haciendo uso de recursos tecnológicos que estén a nuestro alcance. En tal sentido, es de trascendental importancia construir un Sistema de Formación que forme parte del Sistema de Formación del Partido con sus propios planes de estudio, niveles, monitores, etc.


Propaganda e Imagen.

La propaganda es vital para la organización. El primer deber propagandístico de la militancia JotaCé es difundir los puntos de vista del Partido y de la Juventud Comunista entre los jóvenes del país; estudiar y difundir “Patria Roja”, vocero impreso del Partido Comunista del Perú. Asimismo, conocer y difundir el boletín “JotaCé” haciendo que llegar a la mayor cantidad posible de jóvenes. La propaganda (impresa, electrónica y la que podamos hacer mediante el arte, por ejemplo) debe empatar con el estilo fresco y combativo de los jóvenes que deseamos organizar, así como con la idiosincrasia juvenil de la zona.
El lenguaje a utilizar debe ser cien por ciento entendible y las ilustraciones complementos que convoquen el interés.
Especial cuidado exige el trabajo propagandístico en internet, tomando en cuenta que en la actualidad millones de jóvenes pasan largas horas de sus vidas conectados a un computador. De otro lado, entender que la propaganda que producimos, así como la imagen que transmitimos los militantes y dirigentes son nuestra carta de presentación constante.


Autosostenimiento.

El autosostenimiento es el principio que guía el trabajo financiero y su método es la línea de masas. Para la JotaCé la labor financiera es indispensable. Sólo si somos capaces de sobrevivir económicamente por nuestra cuenta demostraremos estar a la altura de misiones de mayor envergadura como ingresar a la historia abriendo un Nuevo Curso en el país.
Acostumbrarnos a depender de los escasos recursos del Partido no nos hace merecedores al calificativo de futuros conductores de la Revolución y el Socialismo. En ese contexto, desde la dirección a la base elaboraremos políticas e iniciativas que nos provean de recursos y podamos cubrir totalmente nuestros presupuestos. Ideas como los aportes mensuales de la militancia, los ingresos que sean el resultado de campañas o pequeñas empresas, las donaciones, formarán parte de un Plan que con urgencia tendremos que diseñar.


Internacionalismo Proletario.

Subordinados a la política internacional del Partido, los jóvenes comunistas practicamos el internacionalismo proletario y promovemos la más amplia solidaridad internacional con los pueblos y partidos del mundo que se enfrentan al imperialismo y con los pueblos y gobiernos que construyen sociedades alternativas al capitalismo deshumanizante.
Nos identificamos y apoyamos resueltamente los procesos de construcción socialista en China, Vietnam, Laos y Corea del Norte; nos solidarizamos con la infatigable y sacrificada lucha del pueblo palestino en contra del sionismo israelí, con los pueblos del África que pelean por su independencia, con el heroico pueblo, gobierno y Partido Comunista cubanos que han convertido a la isla en un bastión gigante de dignidad socialista, con el pueblo y gobierno venezolanos que rechazan la agresión norteamericana, con el pueblo colombiano que busca la paz con justicia, y con todos los pueblos y partidos latinoamericanos que pugnan por encontrar salidas al fracasado modelo neoliberal.
En todas estas experiencias los jóvenes, organizados en sus respectivas estructuras comunistas, socialistas o nacionalistas, cumplen funciones extraordinarias que ayudan a vislumbrar cercana la victoria.

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